Citas Felices los que tienen hambre y sed de justicia,… 30 abril, 20154 agosto, 2020 by svsl 1. Actúa siempre con justicia para que vivas y poseas la tierra que el Señor tu Dios te va a dar. Dt 16,20 2. El Señor me premia porque he sido justo, recompensa la inocencia de mis manos, porque he seguido las sendas del Señor, y jamás me porté mal con mi Dios. 2 Sm 22,21-22 3. Porque el Señor es justo y ama la justicia: los honrados contemplarán su rostro. Sal 11,7 4. ¡Felices los que respetan el derecho y practican la justicia en todo tiempo! Sal 106,3 5. La práctica de la justicia y del derecho agrada al Señor más que los sacrificios. Prov 21,3 6. El que va en busca de la justicia y la bondad, encontrará vida, justicia y honor. Prov 21,21 7. Amen la justicia los que gobiernan la tierra, tengan rectos pensamientos sobre el Señor, y búsquenlo con sencillez de corazón. Sab 1,1 8. A quien ama la justicia, ella le da como fruto las virtudes, porque le enseña templanza y prudencia, justicia y fortaleza, y nada hay más útil que esto en la vida de los hombres. Sab 8,7 9. Si buscas lo que es justo, lo encontrarás y será para ti como túnica de gloria. Eclo 27,8 10. El soberbio no durará, pero el justo vivirá por su fidelidad. Hab 2,4 11. Los justos heredarán la tierra, y habitarán en ella para siempre. Sal 37,29 12. Los justos alabarán tu nombre, los rectos vivirán en tu presencia. Sal 140,14 13. Al pecador lo persigue la desgracia, a los justos los acompaña el bien. Prov 13,21 14. Pero los justos viven para siempre, el Señor los recompensará y el Altísimo cuidará de ellos. Sab 5,15 15. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga. Mt 13,43 16. El justo procede con rectitud, ¡felices sus hijos después de él! Prov 20,7
Citas Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.… 21 abril, 20154 agosto, 2020 by svsl 1. Y no sólo esto, sino que hasta de los sufrimientos nos sentimos orgullosos, sabiendo que los sufrimientos producen paciencia. Rom 5,3 2. La paciencia produce virtud sólida, y la virtud sólida, esperanza. Rom 5,4 3. Vivan alegres por la esperanza, sean pacientes en el sufrimiento y perseverantes en la oración. Rom 12,12 4. Como elegidos de Dios, pueblo suyo y amados por Él, revístanse de sentimientos de compasión, de bondad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia. Col 3,12 5. Así pues, hermanos, esperen con paciencia la venida del Señor. Vean cómo el campesino espera el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia las lluvias tempranas y tardías. Sant 5,7 6. Así también ustedes: tengan paciencia y buen ánimo, porque la venida del Señor está próxima. Sant 5,8 7. Con gran humildad, amabilidad y paciencia, aceptándose mutuamente con amor. Ef 4,2 8. Sepan que su fe, al ser probada, produce paciencia. Sant 1,3 9. Y la paciencia logrará su objetivo, de manera que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada. Sant 1,4 10. Mejor es el final que el comienzo, más vale paciencia que soberbia. Ecl 7,8 11. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor. Lam 3,26 12. El poder grandioso de Dios los fortalecerá plenamente para que sean capaces de soportarlo todo con perseverancia y paciencia. Col 1,11. 13. ¡Sean fuertes y anímense, todos los que esperan en el Señor! Sal 31,25 14. Espera en el Señor, sé fuerte; ten ánimo, espera en el Señor. Sal 27,14 15. Pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas: vuelan como las águilas, corren y no se fatigan, caminan y no se cansan. Is 40,31
Reflexiones Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia 19 abril, 20153 agosto, 2020 by svsl El hambre y la sed son dos necesidades básicas en la vida de una persona. Si estas no existieran pues simplemente moriríamos. No sentiríamos esas necesidades y, por lo tanto, no comeríamos ni beberíamos nada. En las bienaventuranzas, Jesús adopta la posición contraria al deseo terrenal del hombre. En ellas se muestra que los bienaventurados ya no son los ricos y satisfechos sino aquellos que son pobres y tienen hambre. Para nadie es agradable sentir hambre, hay personas que se ponen de muy mal humor, a otras les duele la cabeza o hasta les produce migraña, el estómago duele y experimentan una sensación desagradable. Tener sed es igual de feo, se siente seca la garganta, cuesta tragar y se puede llegar hasta un grado de desesperación. Las necesidades biológicas del hambre y de la sed son imágenes a las cuales recurre Jesús para explicar sus enseñanzas. De ahí que sus palabras sean: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” . En otras versiones de la Biblia se lee: “hambre y sed de hacer la voluntad de Dios” (Mt 5, 6) lo cual no es diferente, porque la justicia se alcanza cuando hacemos la voluntad de Dios. Obviamente Dios no nos quiere hambrientos y sedientos en el aspecto físico, sino en el espiritual. Es por eso que debemos sentir en nuestra vida y en nuestro corazón esa misma necesidad, sentir ese deseo ardiente, sentir que no tenemos fuerzas, sentir impaciencia, sentir que morimos si no hacemos la voluntad de Dios. Era el mismo sentimiento de Jesús el cual fue obediente a la voluntad de Dios hasta la muerte y una muerte de cruz. Te preguntarás ¿Y mi voluntad? Dios no quiere suplantar la voluntad de las personas, sino que quiere hacerla perfecta. “Dios es el que obra en nosotros el querer y obrar según su beneplácito” (Fil 2,13 ) “Así surge la comunión de voluntades que es un acuerdo entre la gracia y la libertad”. (León Duffort) ¿Y cuál es el fin de esto? Pues que tú seas feliz, que seas bienaventurada. Dicen que los dioses griegos gozaban de su felicidad sin preocuparse por la suerte de los humanos. Pero Dios se inclina con solicitud hacia las personas. Las bienaventuranzas derivan de la gracia divina, son participación de la gloria de Dios. Cuando las leemos y practicamos descubrimos en qué consiste la verdadera felicidad. Lo hermoso de esto es que ante tu necesidad, ante tu hambre y sed, Dios como buen padre suplirá tu necesidad. Hacer la voluntad de Dios debe traerte gozo, paz, bendición, vida, reposo y salvación. Medita y estarás de acuerdo en que, teniendo todo eso, serás feliz. Bienaventurada tú que desde hoy harás la voluntad de Dios y serás feliz. Griselda de Velásquez
Citas Felices los que lloran, porque recibirán consuelo Mt 5,4 14 abril, 20154 agosto, 2020 by svsl 1. Dichosos los que ahora tienen hambre, porque Dios los saciará. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Lc 6,21 2. Este es mi consuelo en la tristeza: que tu promesa me da vida. Sal 119,50 3. Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos, para que, gracias al consuelo que recibimos de Dios, podamos nosotros confortar a todos los que sufren. 2 Cor 1,4 4. Porque si es cierto que abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, no es menos cierto que Cristo nos llena de consuelo. 2 Cor 1,5 5. Entonces las muchachas bailarán alegremente, junto con los jóvenes y los viejos. Yo cambiaré su duelo en risas, los consolaré, transformaré en alegría su dolor. Jr 31,13 6. Como un hijo al que su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes, y en Jerusalén serán consolados. Is 66,13 7. Así dice el Señor: Deja ya de gemir, no sigas llorando, porque tus acciones serán recompensadas, oráculo del Señor. Jr 31,16 8. ¡Animo, Jerusalén! El que te puso un nombre te consolará. Bar 4,30 9. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los conducirá a fuentes de aguas vivas, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ap 7,17 10. Griten, cielos, de gozo; salta, tierra de alegría; montañas, rompan en aclamaciones, que el Señor consuela a su pueblo, se apiada de sus pobres. Is 49,13 11. Destruirá la muerte para siempre, secará las lágrimas de todos los rostros, y borrará de la tierra la deshonra de su pueblo –lo ha dicho el Señor-. Is 25,8 12. Aunque iban llorando cuando llevaban la semilla, regresan contentos, trayendo la cosecha. Sal 126,6 13. Tú cambiaste mi luto en danzas, me quitaste la ropa de duelo y me vestiste de fiesta. Sal 30,12 14. Ella, llorando, levantó los ojos al cielo, porque su corazón estaba lleno de confianza en el Señor. Dn 13,35 15. No abandones tu corazón a la tristeza, recházala, piensa en el futuro. Eclo 38,20 16. Enjugará las lágrimas de sus ojos y no habrá ya muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque todo lo antigua ha desaparecido. Ap 21,4
Citas Felices los que tienen espíritu de pobre, porque de… 12 abril, 20154 agosto, 2020 by svsl 1. Como busca la cierva corrientes de agua, así, Dios mío, te busca todo mi ser. Sal 42,2. 2. Y Jesús les dijo:-Les aseguro que todo aquel que haya dejado casa, mujer, hermanos, parientes o hijos por el reino de Dios, recibirá mucho más en este mundo, y la vida eterna en el futuro. Lc 18, 29-30 3. Simón Pedro le respondió: -Señor, ¿a quién iríamos? Tus palabras dan vida eterna. Jn 6, 68 4. Tengo sed de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Sal 42, 3 5. Oh Dios, tú eres mi Dios, desde el amanecer te deseo; estoy sediento de ti, a ti te anhelo en una tierra sedienta, reseca, sin agua. Sal 63, 2 6. Extiendo mis manos a ti, tengo sed de ti como tierra reseca. Sal 143, 6 7. Caminamos por la senda que señalan tus leyes, hemos puesto en ti, Señor, nuestra esperanza; ansiamos tu nombre y tu recuerdo. Is 26, 8 8. Mira cuánto anhelo tus decretos, dame vida con tu salvación. Sal 119, 40 9. Porque sació a los sedientos, y colmó de bienes a los hambrientos. Sal 107, 9 10. Con cuerdas de ternura, con lazos de amor, los atraía; fui para ellos como quien levanta un niño hasta sus mejillas o se inclina hasta él para darle de comer. Os 11,4 11. Entonces toda la asamblea comenzó a bendecir a Dios en alta voz, pues salva a los que esperan en Él. Dn 13,60 12. Humíllense ante el Señor y Él los engrandecerá. Sant 4,10 13. En resumen, los que promueven la paz van sembrando en paz el fruto que conduce a la salvación. Sant 3,18 14. Llevarán así una vida digna del Señor, agradándole en todo, dando como fruto toda clase de buenas obras y creciendo en el conocimiento de Dios. Col 1,10
Citas Jesús, al ver a toda esa muchedumbre, subió al… 8 abril, 20154 agosto, 2020 by svsl 1. Toda escritura ha sido inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para persuadir, para corregir, para educar en la rectitud. 2 Tim 3,16 2. No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mt 4,4 3. La ley del Señor es perfecta: da consuelo al hombre; el mandato del Señor es verdadero: da sabiduría al ignorante. Sal 19,8 4. Y sabemos que cuanto fue escrito en el pasado, lo fue para enseñanza nuestra, a fin de que, a través de la perseverancia y el consuelo que proporcionan las Escrituras, tengamos esperanza. Rom 15,4 5. Porque la palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que una espada de dos filos: penetra hasta la división del alma y del espíritu, hasta lo más profundo del ser y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Heb 4,12 6. Ten siempre en tus labios las enseñanzas del libro de la ley; medítalo día y noche para cumplir exactamente todo lo que está escrito en él. Así prosperarás en todas tus empresas y tendrás éxito. Jos 1,8 7. Si escuchan estos preceptos, los observan y los ponen en práctica, el Señor tu Dios mantendrá contigo la alianza y será fiel al juramento que hizo a tus antepasados. Det 7,12 8. Como niños recién nacidos, anhelen la leche pura del Espíritu, para que, alimentados con ella, crezcan hasta recibir la salvación. 1 Ped 2,2 9. Pero la palabra del Señor permanece para siempre. 1 Ped 1,25 10. Enséñame la senda de tus decretos, y meditaré en tus maravillas. Sal 119,27. 11. Recibe la enseñanza de su boca, conserva sus palabras en tu corazón. Job 22,22 12. Escúchame, guarda silencio yo te enseñaré sabiduría. Job 33,33. 13. Así, pues, deseen mis palabras, búsquenlas y serán instruidos. Sab 6,11 14. Por tanto, déjense instruir por mis palabras, y sacarán provecho de ellas. Sab 6,25 15. Me enseñarás la senda de la vida, me llenarás de alegría en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. Sal 16,11 16. Me enseñaste los caminos de la vida, y me saciarás de alegría en tu presencia. Hch 2,28