1. Dichosos los que ahora tienen hambre, porque Dios los saciará. Dichosos los que ahora lloran, porque reirán. Lc 6,21
2. Este es mi consuelo en la tristeza: que tu promesa me da vida. Sal 119,50
3. Él es el que nos conforta en todos nuestros sufrimientos, para que, gracias al consuelo que recibimos de Dios, podamos nosotros confortar a todos los que sufren. 2 Cor 1,4
4. Porque si es cierto que abundan en nosotros los padecimientos de Cristo, no es menos cierto que Cristo nos llena de consuelo. 2 Cor 1,5
5. Entonces las muchachas bailarán alegremente, junto con los jóvenes y los viejos. Yo cambiaré su duelo en risas, los consolaré, transformaré en alegría su dolor. Jr 31,13
6. Como un hijo al que su madre consuela, así los consolaré yo a ustedes, y en Jerusalén serán consolados. Is 66,13
7. Así dice el Señor: Deja ya de gemir, no sigas llorando, porque tus acciones serán recompensadas, oráculo del Señor. Jr 31,16
8. ¡Animo, Jerusalén! El que te puso un nombre te consolará. Bar 4,30
9. Porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los conducirá a fuentes de aguas vivas, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos. Ap 7,17 10. Griten, cielos, de gozo; salta, tierra de alegría; montañas, rompan en aclamaciones, que el Señor consuela a su pueblo, se apiada de sus pobres. Is 49,13
11. Destruirá la muerte para siempre, secará las lágrimas de todos los rostros, y borrará de la tierra la deshonra de su pueblo –lo ha dicho el Señor-. Is 25,8
12. Aunque iban llorando cuando llevaban la semilla, regresan contentos, trayendo la cosecha. Sal 126,6
13. Tú cambiaste mi luto en danzas, me quitaste la ropa de duelo y me vestiste de fiesta. Sal 30,12
14. Ella, llorando, levantó los ojos al cielo, porque su corazón estaba lleno de confianza en el Señor. Dn 13,35
15. No abandones tu corazón a la tristeza, recházala, piensa en el futuro. Eclo 38,20
16. Enjugará las lágrimas de sus ojos y no habrá ya muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor, porque todo lo antigua ha desaparecido. Ap 21,4