1. Como busca la cierva corrientes de agua, así, Dios mío, te busca todo mi ser. Sal 42,2.
2. Y Jesús les dijo:-Les aseguro que todo aquel que haya dejado casa, mujer, hermanos, parientes o hijos por el reino de Dios, recibirá mucho más en este mundo, y la vida eterna en el futuro. Lc 18, 29-30
3. Simón Pedro le respondió: -Señor, ¿a quién iríamos? Tus palabras dan vida eterna. Jn 6, 68
4. Tengo sed de Dios, del Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? Sal 42, 3
5. Oh Dios, tú eres mi Dios, desde el amanecer te deseo; estoy sediento de ti, a ti te anhelo en una tierra sedienta, reseca, sin agua. Sal 63, 2
6. Extiendo mis manos a ti, tengo sed de ti como tierra reseca. Sal 143, 6
7. Caminamos por la senda que señalan tus leyes, hemos puesto en ti, Señor, nuestra esperanza; ansiamos tu nombre y tu recuerdo. Is 26, 8
8. Mira cuánto anhelo tus decretos, dame vida con tu salvación. Sal 119, 40
9. Porque sació a los sedientos, y colmó de bienes a los hambrientos. Sal 107, 9
10. Con cuerdas de ternura, con lazos de amor, los atraía; fui para ellos como quien levanta un niño hasta sus mejillas o se inclina hasta él para darle de comer. Os 11,4
11. Entonces toda la asamblea comenzó a bendecir a Dios en alta voz, pues salva a los que esperan en Él. Dn 13,60
12. Humíllense ante el Señor y Él los engrandecerá. Sant 4,10
13. En resumen, los que promueven la paz van sembrando en paz el fruto que conduce a la salvación. Sant 3,18
14. Llevarán así una vida digna del Señor, agradándole en todo, dando como fruto toda clase de buenas obras y creciendo en el conocimiento de Dios. Col 1,10