Se cuenta que en una ciudad se realizaba una subasta popular. Entre los objetos había un viejo violín para subastarse. El subastador pensó que no valía la pena de ofrecerlo. Y dijo, con una sonrisa incrédula:
-¿Cuánto ofrecen por este viejo violín?
_ Una persona respondió: ¨Un dólar¨ ¿Un dólar, nomás?
_ ¿Quién ofrece dos? – preguntó el subastador.
Después de una pausa, otro ofreció tres dólares, pero era claro que no había mucho interés.
El subastador estaba por cerrar la oferta de tres dólares, cuando de pronto un anciano se dirigió hacia él, y le pidió permiso para tocar el violín, al cual se le concedió el permiso.
Ajustó las cuerdas, y se colocó el violín en la posición correcta para tocarlo. El viejo violinista tocó una hermosa melodía jamás escuchada por los presentes que estaban maravillados.
El subastador con voz segura, volvió a preguntar:
-Señores, ¿Qué me dicen ahora? ¿Qué es lo que me ofrecen por este valioso violín?
De inmediato, se escuchó una voz: ¨Mil dólares¨. Otro postor ofreció dos mil dólares; y un tercero ofreció tres mil dólares; y en ese precio fue vendido.
Muchos se preguntaron: ¿Cómo pudo cambiar tanto el precio del viejo violín? La respuesta fue acertada: ¨El toque del maestro¨
Así podemos experimentar el toque del Maestro Jesús de Nazareth. Posiblemente te sientes devaluado, triste, enfermo, deprimido, agobiado. Deja que Jesús toque tu vida con su divino amor y poder, y experimenta la ayuda maravillosa de Jesús.