Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo. El animal lloró fuertemente por horas, rebuznaba y rebuznaba mientras el campesino trataba de sacarlo sin éxito; finalmente, el campesino decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco y necesitaba ser tapado de todas formas, y que realmente no valía la pena sacar al burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarlo. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo. El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente, y se decía a sí mismo, esto me pasó por ser burro. Luego, para sorpresa de todos, se tranquilizó.
Después de unas cuantas paladas de tierra, el campesino finalmente miró al fondo del pozo y le sorprendió lo que vio… Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble… Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba. Pronto todo el mundo vio sorprendido cómo el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando… así, este gran animal le dio una buena lección a todos.
La vida va a tirarte tierra, todo tipo de tierra y tal vez tú mismo le tirarás tierra, no a la vida, pero sí a las personas. ¿En dónde me ubicaría yo?, ¿con quién se abate y se deja vencer?, o ¿con quién aprovecha la oportunidad y sale galopando como un percherón de fina estampa?